La FOE pide que se consideren como playas urbanas para dar mayor estabilidad a los establecimientos y pedirá a la Junta un encuentro. El presidente de la FOE, José Luis García-Palacios, acompañado por el presidente y vicepresidente del Consejo Empresarial de Chiringuitos, Esteban Navarro y Manuel Reyes, respectivamente, así como el secretario de dicho Consejo, Javier Albea, con la presencia del diputado ‘popular’ por Huelva, Juan Carlos Lagares, han mantenido un encuentro con la subdirectora general de Dominio Público Marítimo-Terrestre del Ministerio, de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Raquel Orts y Gabriel Cuena, Jede del Servicio Provincial de Costa en Huelva, a quienes han pedido protección para los establecimientos ubicados en las playas naturales, ya que la ley impone limitaciones difícil de hacer viable la actividad. Tras este encuentro, los empresarios tienen previsto hacer lo propio con la Junta de Andalucía a cuya Administración correspondiente requerirán una reunión.
Desde la FOE, respaldando al sector de los chiringuitos, se ha llegado a Madrid con una petición clara “que se tome en consideración como playas urbanas a zonas que están definidas por la Ley como naturales y proteger así a los chiringuitos allí establecidos”. En este sentido, se ha aclarado a los responsables de la Administración central que la costa de Huelva tiene una singularidad que la distingue del resto del litoral español y así hay que tenerlo en consideración.
Las consecuencias para los chiringuitos que se encuentran en las playas consideradas como naturales son muy perjudiciales con respecto a las urbanas, por cuanto que se les limita su superficie a 70m2 como máximo (20 para cocina y barra y 50 para terraza), requieren de una concesión administrativa y además se les obliga a que sean desmontables una vez terminada la época estival.
Por poner ejemplos ilustrativos, en Punta Umbría se considera playa natural la que abarca desde el hotel Barceló al principio de El Portil, cuando precisamente en época estival esa zona puede llegar a tener más afluencia de personas que cualquier playa considerada como urbana.
Según afirman desde la FOE, dado que la Junta de Andalucía es la que tiene la potestad de determinar el rango de playa urbana o natural, la FOE y el Consejo Empresarial de Chiringuitos tiene previsto a su vuelta de Madrid contactar con la Administración autonómica de manera que sea sensible con esa catalogación en la costa de Huelva y sea consecuente con esas singularidades que de forma predominante se da en la costa de Huelva.
Los empresarios confían en que la Junta de Andalucía sea sensible con los concesionarios de los chiringuitos afectados y puedan amoldar la normativa a esas características, de forma que no se les obligue a cerrar sus negocios –dejando a los ciudadanos sin servicio- o a hacer cuantiosas inversiones imposibles de amortizar en estos tiempos.
Se trata, en definitiva, de establecer entre todos un modelo de ordenación que «no sólo suponga -según García-Palacios Álvarez- una garantía para el medio ambiente sino que permita satisfacer reivindicaciones históricas del sector tales como proporcionarles mayor estabilidad para un mejor aprovechamiento económico, aspecto fundamental teniendo en cuenta la coyuntura de crisis económica actual».