La costa gaditana cuenta con 155 instalaciones, de las que 43, la mayoría en Chipiona, están en fase de regularización. El verano está a la vuelta de la esquina y la repentina subida de las temperaturas ha provocado un adelanto de la temporada de playas. Mientras la costa se pone a punto para los primeros baños, los chiringuitos apuran los trámites para su instalación, sin embargo, el tiempo apremia para localidades como Tarifa, Sanlúcar y Conil, cuyos ayuntamientos aún no han resuelto los permisos de explotación.
La costa gaditana tiene asignadas en estos momentos por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta un total de 111 concesiones de chiringuitos. Se trata de los establecimientos que cumplen con todos los requisitos y cuentan con su documentación en regla. Pero no es oro todo lo que reluce sobre la arena. Hay 43 chiringuitos que están en fase de regularización por diferentes motivos. El grueso de ellos, 23, está en trámite, mientras que los veinte restantes tienen un recorrido más complejo debido a que son anteriores a la Ley de Costa de 1988 y, en algunos casos, sus licencias han caducado o ni siquiera existen. Esta es, precisamente, la patata caliente que tiene que resolver el Ministerio de Medio Ambiente: renovación o cancelación. De momento, no hay una decisión adoptada sobre este contingente de instalaciones. Siguen abiertos.
La Junta asumió las competencias de este asunto en 2011, aunque la situación de varias instalaciones salpica directamente al Ministerio, a través de la Demarcación de Costas. Tanto la administración central como la regional se encargan de regular la ocupación, mientras que los ayuntamientos tienen la potestad de otorgar el permiso de explotación mediante sus respectivos planes municipales de playa.
¿Que ocurre ahora? Fácil. Entre 2012 y 2013 se ha llevado a cabo un ingente trabajo de actualización y renovación de concesiones, que ha permitido regular al 70% de los chiringuitos y permitir su apertura a más de un centenar de ellos. Las concesiones de ocupación están dadas, pero otra cosa bien distinta es la explotación, que depende de los consistorios.
En cuanto a los chiringuitos que ya tienen el visto bueno destaca por número Conil, con 17, Tarifa con 16, aunque su ayuntamiento tiene que agilizar los trámites para facilitar la explotación, Chiclana con 15, Rota con 10, y el Puerto y Cádiz, con 11, respectivamente.
Desde la Asociación de Empresas de Costas de Cádiz (AECCA) se observa con cierto optimismo la temporada que está a punto de arrancar. Los empresarios consideran que «si el verano de 2014 fue el de la leve mejoría, este año será el del repunte económico después de cinco de crisis».
Una de las novedades que presentarán este año los chiringuitos de Cádiz será su espacio y diseño. Algunos municipios, caso de El Puerto y Cádiz, donde algunos de ellos han permanecido abiertos durante el invierno, ya se ha advertido el cambio. La patronal del sector entiende que el objetivo es convertir estos establecimientos en restaurantes de playa durante todo el año. Así, las concesiones por quince años han permitido a los empresarios realizar inversiones en estructuras nuevas. De esta forma, la ley ha soplado a su favor en materia de ocupación. Gracias a los ajustes legales, el chiringuito pasa a tener unas nuevas dimensiones, es decir, ocupa 150 metros cuadrados de local, más 100 de terraza y 30 de aseo, que no computan. El próximo año, los propietarios de estas instalaciones contarán con 150 metros de local, 50 de terraza y 70 de terraza desmontable, además de los 30 de aseos, que no computan.